Los obispos escucharán los testimonios de parte de un reducido grupo de personas vinculadas a los trágicos hechos ocurridos durante los años la dictadura.
La asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) se reunirá desde este lunes, en Pilar, donde abordará la necesidad de “reconciliación” sobre lo ocurrido durante la última dictadura cívico-militar, para lo cual recibirá los testimonios directos de un grupo de familiares de desaparecidos y de militares.
Encabezados por el presidente de la CEA, el arzobispo de Santa Fe, monseñor José María Arancedo, el centenar de obispos de todo el país se reunirá hasta el sábado 6, en la casa de retiros El Cenáculo-La Montonera de la localidad bonaerense de Pilar, informó la oficina de prensa del Episcopado.
Durante la asamblea plenaria, “se comenzará con un itinerario de trabajo sobre el tema de la reconciliación en el marco de la cultura del encuentro”, y los obispos “continuarán abordando esta cuestión durante varias asambleas como una oportunidad para reflexionar acerca del modo de comunión dentro de la Iglesia y como un servicio al encuentro fraterno de los argentinos”, según se informó en un comunicado de prensa.
En ese marco, en una primera etapa de la reflexión, los obispos escucharán a partir del martes 2 en Pilar los testimonios de parte de un reducido grupo de personas vinculadas a los trágicos hechos ocurridos durante los años la dictadura; entre ellos familiares de desaparecidos y de militares, y un periodista.
“Hay miradas diferentes entre los obispos, que tienen diferentes edades, y se busca tener una mirada más unificada, no uniforme, de ese período histórico. Nos debemos conversar sobre ese momento histórico con una mirada que apunte a la reconciliación”, explicaron a Télam fuentes episcopales, según las cuales el trabajo que comenzarán el martes se extenderá hasta el año próximo.
En el marco de la asamblea, la Iglesia anunciará también la aprobación de un protocolo para que víctimas y familiares directos de desaparecidos durante la última dictadura-cívico militar puedan consultar los archivos que posee sobre esa etapa, tal como ya había sido anunciado en octubre del año pasado.
En esa oportunidad, por una decisión impulsada en forma conjunta por el papa Francisco, el Vaticano y la CEA habían anunciado la finalización del “proceso de organización y digitalización” de sus archivos de la dictadura, y, ahora, con la aprobación del procedimiento, los interesados podrán comenzar a realizar las consultas correspondientes.
Se trata de unas 3.000 cartas y documentos que se conservan en el Episcopado, en la Nunciatura Apostólica y en la Santa Sede, sobre pedidos que llegaron a la Iglesia para conocer el paradero de detenidos y desaparecidos, y reclamar gestiones ante las autoridades militares de entonces.
“No les tenemos miedo a los archivos. Los ponemos a disposición como un servicio a la reconciliación, a la justicia y a la verdad”, expresó en esa oportunidad el arzobispo de Buenos Aires y vicepresidente primero del Episcopado, cardenal Mario Poli.
Las deliberaciones de los obispos comenzarán el martes por la tarde con el habitual intercambio pastoral, donde presentan libremente sus inquietudes y reflexiones sobre diversos temas, en tanto que, a las 19.30, monseñor Arancedo presidirá la misa de apertura del cónclave.
Según anticiparon las fuentes, en principio no está prevista la difusión de algún documento o declaración durante la semana, pero eso dependerá de lo que los prelados definan durante el intercambio inicial.
Por otra parte, el miércoles, la Comisión Episcopal de Ministerios presentará también una propuesta de trabajo para la prevención de abuso de menores y adultos vulnerables, que se realizó con el aporte de especialistas en distintas disciplinas y experiencias tomadas de Chile.
Desde el 2015, el Episcopado argentino ya tiene en vigencia una guía de actuación en el caso de denuncias de abusos sexuales en las que los acusados sean clérigos y las presuntas víctimas menores de edad.
Además, los obispos recibirán el viernes la visita del canciller de la Academia Pontificia de las Ciencias Sociales del Vaticano, monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, quien los informará sobre las “actividades que lleva adelante por requerimiento del papa Francisco”, como la fundación pontificia Scholas Ocurrentes, una red mundial de escuelas, y problemáticas como la trata de personas, entre otras cuestiones.
Como es habitual, los obispos enviarán durante la semana una carta dirigida al papa Francisco, en la que reiterarán la invitación para que venga al país, una visita que se demora -a cuatro años del inicio de su pontificado- y que aún no tiene fecha programada.
En ese sentido, la CEA nombró recientemente al obispo auxiliar de Buenos Aires, Enrique Eguía Seguí -colaborador de Bergoglio en Buenos Aires- como coordinador de un grupo de trabajo que comience a analizar los detalles de organización que implicaría una eventual venida de Francisco a la Argentina.